Para regular nuestras emociones.
“Las personas que tenemos cerca, afirma Coan, son los “reguladores ocultos” de los procesos corporales y de las vidas emocionales. Cuando el amor falla, sentimos dolor. En ese sentido, la expresión “sentimientos heridos” sería literal, como demostró la psicóloga Naomi Einsenberger, de la Universidad de California. Sus investigaciones sobre el cerebro prueban que el rechazo y la exclusión activan los mismos circuitos, en idéntica zona del cerebro -el cingulado anterior- que el dolor físico. En realidad, esa parte del cerebro se activa cada vez que nos sentimos emocionalmente aislados de los seres que amamos.”
- Sue Johnson “Abrázame fuerte”